El debate electoral Trump-Biden que Joe Rogan no llegó a moderar

- El cuartel general demócrata contestó con el silencio a la petición de Rogan, que se ha manifestado públicamente como futuro votante del republicano Donald Trump
- Durante horas, Rogan y su pódcast, y la posibilidad de organizar un debate presidencial, acapararon las portadas de los medios estadounidenses
Nunca podríamos hacernos a la idea de cómo se vive, con qué
intensidad, en Estados Unidos, donde tan aficionados somos a reflejarnos (para
lo bueno y para lo malo), el fenómeno pódcast. El recientemente fichado para la
‘escudería de Spotify’, Joe Rogan, comediante, analista, exluchador de artes
marciales, por el que la plataforma sueca se gastó cien millones de dólares, podría
haber moderado uno de los debates presidenciales entre el actual inquilino de
la Casa Blanca, Donald Trump, y el aspirante demócrata, Joe Biden.
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Trump y Biden debatiendo, con Joe Rogan atento |
¿Pueden imaginarse la repercusión mundial de Rogan y Spotify al capitalizar, nada más y nada menos, que un debate presidencial? Pues bien, durante estos días previos a la celebración del primer debate Trump-Biden, no solo se ha especulado con esta posibilidad, sino que el propio Trump se manifestó a través de su cuenta de Twitter favorable a ese encuentro. Los medios norteamericanos llegaron a dar por hecho, por unas horas, el debate moderado por Rogan.
I do! https://t.co/H9Eghnqpuy
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 14, 2020
Como
explica con detalle el periodista Zachary Stieber, del digital “La
Gran Época” (la edición en español del periódico internacional Epoch Times),
el debate duraría cuatro horas, no tendría audiencia presencial, y sería
transmitido en directo sin ninguna edición, según avanzó Rogan. El showmen
confirmó que “no querría a nadie más en la sala. Solo nosotros tres. Y
tendría que transmitirlo en vivo, para que nadie pueda editarlo. Y los querría
allí durante horas”, adelantó. ¿Por qué tanta insistencia en tenerles tanto
tiempo? Para preguntarles por todos los temas candentes, con detalle. “Podríamos
escuchar en qué creen realmente, qué van a hacer, a quiénes van a nombrar, qué
jueces van a entrar, qué políticas, desde el control de armas, hasta todo eso”,
dijo Tim Kennedy, un militar y, como Rogan, un exluchador de artes
marciales, que hubiera participado también en el podcast.
¿Tal vez todo fue un juego, y la respuesta de Trump, vía Twitter, provocó un giro inesperado de los acontecimientos? Es posible. En los Estados Unidos pueden ocurrir los hechos más inverosímiles e imprevisibles
Rogan tiene suficiente poder como para proponer este formato
de debate, y que el mismísimo presidente Donald Trump se muestre favorable a
acudir. Sin embargo, el que no se pronunció fue Joe Biden. Tal vez por las
críticas que Rogan le ha dedicado en su pódcast y que no dejan en buen lugar su
necesaria independencia. “No creo que Biden pueda manejarlo. Creo que Biden
es como, creo que es… quiero decir que la gente se enfada conmigo por decir esto…
creo que hay algo malo y no creo que haya algo malo porque esté adivinando o
porque sea pro-Trump. Lo he visto desmoronarse. Se ha sometido a múltiples
cirugías cerebrales”, avanzó el presentador del pódcast, quien se ha manifestado
públicamente como futuro votante de Trump en las elecciones de noviembre.
Durante unos días, todos los medios de Estados Unidos
hablaron de Joe Rogan, de su pódcast, por supuesto de Spotify, y de la posibilidad
de que organizara un debate Trump-Biden, lo que en términos económicos podría haberse
traducido en cientos de millones de dólares invertidos en una campaña
publicitaria equivalente al espacio y tiempo invertidos en esos medios, que
nunca hubiera alcanzado los mismos efectos entre la audiencia.
Muchos medios llegaron a titular “¿El debate del año?”,
refiriéndose a la posibilidad de que Joe Rogan moderara a ambos contendientes
políticos. Ciertamente, por la personalidad de Rogan, el debate se hubiera salido
de las coordenadas habituales que rodean a este tipo de debates, se hubiera
apostado por una estructura más abierta y menos previsible que es posible
beneficiara más a Trump que a Biden. Si a esto añadimos los comentarios del
propio Rogan respecto de su impresión de que el candidato demócrata no
aguantaría un debate de estas características, ya tenemos suficientes
argumentos como para entender la negativa del cuartel general demócrata de no
someterse a un tipo que va demasiado por libre.
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Contra quien debatían: ¿contra el moderador? (Fotografía de EFE, de esta información) |
La
periodista hispana Mamela Fiallo Flor escribe en el digital Panam Post que “Joe
Rogan se ha destacado por sus análisis coyunturales, críticas a la censura, a la
libertad de expresión y se ha puesto de manifiesto de manera permanente su
pragmatismo político. Ha apoyado a candidatos presidenciales libertarios como Ron
Paul (congresista republicano), Gary Johnson, y también al precandidato
socialista Bernie Sanders a principios del 2020”. Como vemos, Rogan
no es de fiar, por cuanto no responde a una identidad unívoca, sino que actúa
según le dicta el olfato en cada momento, de manera absolutamente
independiente.
La periodista Mamela Fiallo Flor explica en parte el origen de las sospechas de Rogan con respecto a la capacidad del candidato demócrata: “el 38 por ciento de los votantes cree que Joe Biden, de 77 años, sufre demencia senil y por tanto no está capacitado para debatir ni ser presidente de los Estados Unidos”. No seré yo quien refrende la autenticidad de la encuesta, ni tampoco quien la ponga en duda; solo apuntaré a las conocidas malas artes que rodean en algunos casos las campañas estadounidenses, muy poco edificantes en muchos casos, justificadas por esa carrera presidencial en la que “todo vale”, incluso las mentiras interesadas, tan contaminantes.
ICYMI: 51% of both Democrats & unaffiliated voters agree that it is important for Biden to address the dementia issue publicly. This view is shared by 81% of Republicans.
— Rasmussen Reports (@Rasmussen_Poll) August 27, 2020
38% of Voters Think Biden Has Dementia https://t.co/fTQUJrmVZC
En cualquier caso, y en este contexto de dura contienda electoral, tras la celebración del primer debate entre Trump y Biden, Joe Rogan se manifestó en su Instagram contrario a querer celebrar nada parecido, no le gustó el tono ni las continuas interrupciones de Trump, ni tampoco los enfrentamientos entre el actual presidente y el moderador Chris Wallace. Rogan propuso, en tono irónico, a su amigo John McCarthy, como el moderador ideal de este tipo de debates electorales. ¿Quién es el tal John McCarthy? Pues un ex árbitro de artes marciales mixtas, y actual locutor de la emisora Bellator MMA. Un tipo, que mide casi dos metros y pesa 120 kilos, que se ha dedicado a moderar combates entre colosos de las artes marciales, y ha sobrevivido.
Rogan es un tipo que se adentró en el humor, a través de los monólogos, allá por 1988 en Boston, y que logró el hito de alrededor de 190 millones de descargas al mes en el año 2019, defiende la legalización del cannabis, la caza y, en general, el bienestar físico y mental
Joe Rogan ha sido noticia durante unas horas en todos los
Estados Unidos por la posibilidad de organizar un debate presidencial entre
Donald Trump y Joe Biden. Ambos candidatos deberían haber viajado, de
celebrarse, hasta Austin, la capital de Texas, el estado, situado en el sur de
los Estados Unidos, que más se introduce en el norte geográfico mexicano. De
hecho, una parte considerable de la audiencia de Rogan pertenece a la comunidad
hispana, un colectivo estratégico que podría decidir en última instancia, quién
ocupa la Casa Blanca en los próximos cuatro años.
En España, todavía no estamos a la altura de lo que es capaz
de conseguir Joe Rogan a través de la repercusión mediática que logra con su
pódcast, lo que habla muy bien de la inversión de Spotify y esos cien millones
de dólares que les costó contratarle.
¿Tal vez todo fue un juego, y la respuesta de Trump, vía Twitter,
provocó un giro inesperado de los acontecimientos? Es posible. En los Estados
Unidos pueden ocurrir los hechos más inverosímiles e imprevisibles. Trump es un
buen ejemplo de esto que afirmo. Pero, aunque las encuestas den favorito a
Biden, como siempre, hasta el 3 de noviembre, cuando se cierren las urnas,
puede ocurrir de todo y desde España seguiremos sin entender el perfil de un
presidente como Trump, que, contrariamente a lo que muchos piensan, se mueve de
acuerdo con una estrategia muy bien estudiada.
Obsérvese, por último, que quien ha capitalizado la atención
de los votantes estadounidenses ha sido el pódcast, y no la radio, representada
por Joe Rogan, un exactor, excomentarista de artes marciales, expresentador de
televisión, un tipo que se adentró en el humor, a través de los monólogos, allá
por 1988 en Boston, que
logró el hito de alrededor de 190 millones de descargas al mes en el año 2019,
y que defiende la legalización del cannabis, la caza y, en general, el
bienestar físico y mental. Todo un personaje.