Javier del Pino: “Hay una manera nueva de informarse para una generación que nunca comprará una radio”
https://www.gorkazumeta.com/2014/06/entrevista-javier-del-pino-y-ii.html
ENTREVISTA A JAVIER DEL PINO (II)
Director de “A Vivir que son dos días” (SER)
Director de “A Vivir que son dos días” (SER)
Javier del Pino presentando "A Vivir" desde Vejer de la Frontera (Cádiz) |
Continúa…
-Entrevistar
con la presión de un concurso puede incomodar a más de uno, más todavía si son
famosos o se juegan una imagen. Por eso me gusta “No me lo digas”, primero con Sinacio,
luego con Mónica Chaparro, y ahora
con Antonio Castelo y Pedro Aznar… ¿Has recuperado un clásico en la radio: los
concursos que luego heredó –y robó- la TV a la radio… ¿Se puede innovar desde
la tradición?
-¡Claro que se puede! El "No me lo digas" está inspirado en el "Wait, Wait, don't tell me" de la NPR, que lleva décadas en antena. Desde el principio está
planteado como un homenaje a la radio. Tengo la suerte de haberlo podido hacer
con un despliegue maravilloso: pianista, locutor, cómicos, etc. Y creo
que es uno de esos segmentos que, como dicen los americanos, "crece en
ti", que cada vez gusta más. Al invitado le permite reírse de sí mismo.
Salvo uno, que intentó abofetearme…
-¡…no me lo digas!
-…sí, sí, porque pensaba que nos estábamos mofando de él. Un
actor muy muy conocido. La que me lió. Todavía tengo pesadillas...
-El regreso del radioteatro, también…
-¡Claro! Otro homenaje a la radio -pasado por el tamiz de la
renovación-. Juan Cavestany se encarga de darle forma y enreda a todos sus amigos actores, los
mejores. Es un lujo. No sabes lo que nos reímos grabándolo. Y Alfonso
Sanz hace un trabajo impecable de
ambientación.
Del Pino |
-La mayoría de esas quince opiniones favorables a vuestro “A Vivir”, subrayan la calidad de la
música que incluís en el programa, con
la que habéis llegado a editar un disco solidario. Habéis hasta recuperado el
respeto por romper la música en el compás adecuado, como se hacía en la radio orfebre… Pero dime la verdad
¿quién selecciona la música, Juanito Aranaz o tú?
-La selecciono yo. Juan es más ecléctico, y tú que le conoces sabes que tiene un punto heavy. Si me descuido, mete a Extremoduro. Él me ayudó mucho con las sintonías y es el culpable de que todo suene limpio y encaje perfectamente para que no sobre ni falte ni un silencio. Yo soy un músico frustrado y suplanto mi falta de talento -también en eso- con dedicación. Es la música que a mí me gusta. Lo maravilloso es que los guionistas ya me conocen tanto que, cuando tienen que hacerlo, escogen lo que yo escogería.
-Has
logrado que Javier Cansado tras su
salida del ‘Hoy por Hoy’, con Gemma Nierga,
regrese a tu ‘A Vivir’. ¿Son muchos años compartiendo con él una filosofía de la
vida?
-Javier Cansado es como un hermano por el que no sé qué
siento más: cariño o admiración. Habíamos estado trece o catorce años
compartiendo una hora semanal en antena con Gemma Nierga en “La
Ventana”. Si lo piensas, son como unas seiscientas horas de radio,
es decir, casi como si hubiéramos estado un mes, con sus días y sus noches,
juntos en la misma casa, hablando. Lo gracioso es que no nos conocimos
personalmente hasta que yo regresé a España. Javier es de esos amigos a los que
llamarías si se te pincha una rueda en mitad de la noche y no tienes gato.
Sería una decisión estúpida porque no conduce, pero te haría reír.
Javier del Pino en el estudio de Producción de la SER, participando en el dramático "Cuento de Navidad" |
-Ya
con un poco de perspectiva, casi dos temporadas, a punto de concluir la
segunda, te pido un ejercicio de autocrítica: ¿qué has hecho bien, y te sientes
razonablemente satisfecho con el resultado, y qué has hecho mal?
-Hay muchos desequilibrios por corregir, incluso ideológicos. Tengo que aprender a dejar que las cosas maduren antes de cambiarlas. Tengo que aprovechar mejor los recursos de la maquinaria informativa de la SER. Tengo que integrarme más en España porque creo que mi situación de "exilio interior", como dice Ramón Lobo, a veces transmite una sensación de desapego, incluso de altivez, y ése no es uno de mis muchos defectos. Hay mil cosas que tengo que mejorar porque pocas veces acabo con la sensación de haber conseguido un programa sólido de principio a fin.
-Creo que eres muy exigente contigo mismo, Javier, ya has dicho antes que tiendes a ser un perfeccionista. Yo he tardado muchos años en darme cuenta de que lo perfecto es enemigo de lo bueno…
-Yo he descubierto en “A
Vivir” que mi mejor virtud es rodearme de gente con talentos y
conocimientos claramente superiores a los míos, en el periodismo, en el humor y
en la cultura, lo cual por cierto no era difícil. Los redactores, productores y
guionistas son excelentes.
Ha cambiado muchos esquemas, a mejor! |
-No es
por adularte, pero elegir a los mejores para brillar con ellos es de tipos
inteligentes.
-Pues me gusta ver que el programa puede fluir con
naturalidad de una parte seria a una más gamberra. Me reconcilio con el mundo
cuando Iñaki (Gabilondo) me manda un mensaje para decirme lo mucho
que ha disfrutado con algo que he hecho. Me encanta ver que gente tan buena en
lo suyo, como Jacinto Antón o Dani
Rovira, colabora con nosotros. Me gusta
escuchar lo que me dice la gente, cosas tan agradables como "me alegras las mañanas de los fines de
semana" o algo que me dicen mucho, "no te vayas", lo cual me hace sentir como Mr. Marshall y me demuestra que los oyentes saben más de mi vida de
lo que sé yo...
-¡Claro!
Date cuenta de que ya has comentado, hasta en antena, que quieres volverte a Estados
Unidos. Pero ¿te has puesto fecha? ¿Eres consciente de que siempre se dejan
oyentes huérfanos cuando concluye un programa, que esto es una gran familia?
-Todo padre quiere estar cerca de sus hijos, y sé que las mías son demasiado americanas como para acabar viviendo en España. Para mí lo más importante es qué es mejor para ellas, y eso incluye su educación. Así que claro que volveré, ¿Cuándo? Ni idea. Sólo te puedo decir que trabajamos muy duro para que el resultado luzca mientras dure, que estamos orgullosos del producto y que sé que soy un privilegiado.
-Al principio los directivos de la SER, me consta, te dieron libertad absoluta para enfrentarte al “A Vivir” tal vez fueron un poco inconscientes, porque sabían, conociéndote un poquitín, que no ibas a hacer “más de lo mismo”… Pero, hoy, ya más tranquilos con el producto, ¿cómo se lleva en la SER, donde prima la actualidad y la información, un programa tan –permíteme, en el buen sentido- “tranquilo” como el tuyo, en que esos contenidos pasan a segundo término, tras el entretenimiento, el humor o la reflexión inteligente, e irónica?
Javier del Pino con la periodista Claudia Palacios, con la que realizó la cobertura de las Elecciones Americanas para toda Prisa Radio en 2012. |
-Por muy extrañados que se quedaran cuando empecé, nadie se llevó las manos a
cabeza, o al menos tuvieron la delicadeza de no hacerlo delante de mí. Viéndolo
con la perspectiva del tiempo, creo que estaban extrañados, pero no alarmados,
lo cual es una demostración de confianza en mi manera de entender la radio.
Nadie, ni una sola vez, me pidió que cambiara nada. Recibí opiniones y consejos
extremadamente valiosos y útiles, y no creo que hubiera excesiva preocupación
por ver cómo se reflejaría en el EGM. La SER es la mejor radio de este país en todos los sentidos, y
aquí sabían que el tiempo jugaba a nuestro favor: tiempo para que yo me
acostumbrara al formato y el oyente se acostumbrara a mí...
-…como así está siendo! Una frase tuya que te he leído: “Creo que le debemos al oyente un esfuerzo por innovar”. ¿Innovar es de valientes, de inconscientes, de visionarios…?
-Creo que es más una cuestión de inercia. Veo a becarios de deportes que en seguida hablan como los periodistas de deportes de toda la vida. Oigo tertulias que siempre se articulan de la misma manera. Oigo sintonías que me parecen antiguas. ¿Por qué después de un intervalo publicitario el presentador siempre dice "son las tal menos cuarto, aquí seguimos en..."?
-¿Tu
radio es otra? Pero, es curioso, de alguna manera es ‘la de siempre’, la que nos legaron nuestros grandes clásicos de la radio… No recuerdo ahora
si fue Antonio Calderón o Matías Prats el que dijo aquello de que
“la mejor improvisación es la que está
escrita”.
Javier del Pino en el estudio A-1 de la Cadena SER, en la Gran Vía madrileña, presentando "A Vivir" |
-Yo creo en una radio preparada hasta la última coma, creo
en el guion, creo en pensar todo lo que se hace, pero eso es incompatible con
políticas de reducción de empleo. Nosotros no podríamos cuidar el programa como
lo cuidamos si nos faltara una sola persona en el equipo. Y sobre todo
creo que es un momento perfecto para replantearse todo el modelo de radio. Ya
no somos los primeros en llegar, como se decía antes. Hay un manera nueva de
informarse y de entretenerse para una generación que nunca comprará un aparato
de radio.
-¿La
irrupción de internet nos puede venir bien para reflexionar sobre el futuro del
medio?
-Absolutamente. ¿Por qué no aprovechamos para replantearlo
todo? ¿Realmente hacen falta boletines horarios, como si la gente no supiera lo
que pasa hasta que nosotros no se lo contamos? ¿Por qué sólo se suprimen los
boletines en los programas de deportes? ¿Realmente hace falta retransmitir
partidos de fútbol por la radio? ¿Todos los partidos?
-Este
tema, al que he dedicado muchas reflexiones en este blog, Javier, merecería otra entrevista en sí mismo, pero no te
quiero robar más tiempo. Habrá otro momento más adelante. Para terminar, te
pido, como al resto de invitados, que me completes esta frase: “la radio es
para mí…”
-"...un oficio que ha de ser artesanal por respeto al oyente".
Paqui Ramos |
“El Jefe”, por
Paqui Ramos*
Le hubiera gustado ser tenista.
Se nota en que empieza peloteando y
de repente te lanza un revés cruzado que te deja clavado en el sitio. Lo hizo
cuando llegó, hace ya casi dos años, con su equipación oficial: camisa de
cuadros, vaqueros, deportivas y mochila al hombro. Se sentó tranquilamente y,
sin conocernos prácticamente a ninguno, dejó claras su intenciones: “Aquí decidimos todos, nada está
escrito en piedra, si algo no nos gusta lo cambiamos, pero sobre todo vamos a
pasárnoslo bien”. Y así, el hombre tranquilo, de un revés lo cambió todo. Le gustan los retos un
poco más difíciles, el trabajo un poco más cuidado y que la música respire. Javier nunca se enfada, nunca dice un no rotundo (excepto a los toros y al
tabaco). A veces alarga una decisión hasta el punto de hacerte perder los
nervios porque para él "hay tiempo".
Y, la verdad, es que al final siempre lo hay. Le gusta probar cosas nuevas y
continuamente está pensando en añadir
secciones. Nosotros le miramos aterrorizados:
“¿Dónde, si ya no hay sitio…?" Y acaba encontrándolo. En este tiempo se ha ganado el cariño y el respeto personal y
profesional de su equipo. Un respeto que solo peligra cuando, después del
programa, nos vamos de cañas y él se pide un vaso de leche con Cola Cao...
"calentito, por favor".
*Paqui Ramos es redactora del
programa “A Vivir que son dos días”
Para mí, el "A Vivir..." actual no solo es el mejor programa de la SER a día de hoy, sino que además es el mejor "A Vivir..." que he escuchado nunca.
ResponderEliminarNo puedo más que suscribir al cien por cien tus palabras, Paco. Un abrazo!
EliminarPara mi es muy interesante,es variado y veraz.....gracias
ResponderEliminarSeptiembre 2020....Esta temporada,para mi,está siendo la más amena,interesante y entretenida de las que llevo escuchando durante los últimos años.Las anteriores no estaban mal,pero tenía sus altibajos.Para mí,tenía sus altibajos,como una montaña rusa,con buenos y entretenidos temas y que de pronto cambiaba al sopor......lo siento ,pero es lo que yo he experimentado. Este"curso"lo estoy disfrutando mucho,está siendo más ameno,entretenido y agradable.Me gustó mucho el trabajo de la semana pasada en Usera donde descubri a un J.del Pino sencillo y cercano,lejano a la imagen un poco altiva y distante que ofrecía anteriormente.Un abrazo para todo el equipo y perdonad por ser tan critica
ResponderEliminarEl mejor programa de la Ser. Madrugo el sábado y el domingo encantada para oírlo.
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