Gorka Zumeta: “A la radio le viene bien la polarización política”
 
- El editor de esta web de marca personal dedicada a la radio y al audio en general ha sido el entrevistado de Guillermo Vila (periodista y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria) en “Hoy en el podcast”, un pódcast en el que lleva invertido mucho tiempo y esfuerzo, entrevistando a profesionales del sector para tratar de aportar claridad y certeza en el ámbito del audio
- Como escribe el propio Vila en sus redes sociales: “Hablamos de la emoción que todavía despierta la radio, del futuro del medio y de cómo ha cambiado —y no tanto— en estos años de revolución digital”, en alusión a que la radio es el único gran medio que no ha realizado todavía su gran ‘revolución digital’, por cuanto emite por internet, pero las audiencias que consigue este canal son casi residuales, en comparación con la omnipresencia de la FM, el canal predominante, y el aspirante DAB+, el canal digital que empieza a acaparar grandes audiencias en el resto de Europa
“Hoy no se podría emitir el programa ‘Directo, Directo’ de Alejo García, en RNE". Este programa abría los micrófonos en aquella España que había recuperado sus libertades tras la dictadura para que los oyentes preguntaran a los invitados al programa, políticos de primer nivel, miembros de la judicatura, etc. “Ese mismo programa ahora mismo sería imposible de emitir, porque los primeros que se opondrían a participar en él serían los políticos, evidentemente. Pero sería muy necesario también", reclama Gorka Zumeta
La conversación gira
entonces en torno a la situación política que vive la España de 2025. Vila
pregunta sobre la responsabilidad que tienen los medios en este clima tan
tensionado y polarizado en lo político. “Mucha, sin duda, como sigue
teniendo cualquier profesional que se ponga delante de un micrófono. Pero los
compañeros que trabajan en emisoras, grandes y pequeñas, locales, a los que
tampoco hay que olvidar, todos, tienen la obligación de reflejar la realidad e
informar sobre ella”, puntualiza Zumeta. Y añade: “es más, te voy a
decir algo: a la radio le viene bien la polarización porque vemos los
resultados justamente en el EGM, que refleja crecimientos significativos de
audiencia, por el aumento de la demanda de información, precisamente, porque el
panorama está como está”, analiza. Zumeta insiste en que la radio es “el
reflejo de la vida, minuto a minuto” y debe ser fiel a la realidad, lo que
no obsta para que la radio no contribuya a aumentar el nivel de polarización,
sino, muy al contrario, a rebajarlo. 
¿Ha cambiado la radio por los canales?
Vila se interesa en
torno a diferentes realidades que rodean a la radio: la radio analógica, la
digital, el pódcast, el vídeo, y pregunta por cuál de todas estas transformaciones
ha cambiado más el oficio. “Yo creo que todavía no la ha cambiado ninguna”,
responde con seguridad. Y explica: “La FM, la sempiterna frecuencia
modulada, sigue teniendo más de 19 millones de oyentes, el 83-84% de la
audiencia de la radio de este país. La radio online que se escucha a través de
internet, que muchos quieren reivindicarla como el futuro de la radio y
encumbrarla como si fuera ahora mismo el canal más escuchado, no supone más que
el 13-14% de la audiencia total de radio de este país”, sentencia,
basándose en datos. “Esto no es una revolución, por lo menos no a través del
canal”. Y cita el caso de la DAB+, señalando que, si España fuera Reino
Unido, casi la mitad de la audiencia de la radio (48%) estaría en el canal de
la DAB+. “Aquí sí que ha habido una auténtica revolución”, constata. 
Y, a la vista de estos datos, y del retraso que sufre la DAB+ en nuestro país, advierte: “estamos en una situación en la que la radio tiene que tomar decisiones. La radio tiene que mover ficha, porque si no algo va a pasar con ella y se va a acelerar su decadencia, porque no hay renovación generacional. Pero el problema no es sólo de la radio, el problema es de país. El problema es que tenemos un crecimiento vegetativo negativo desde hace ya varios años, que no hay gente joven, no hay niños, no hay jóvenes. Y si encima los jóvenes no prestan atención a la radio porque consideran que es un medio anacrónico, antiguo, superado, estamos ante la tormenta perfecta”, defiende.
  
  
  
  
  
  
  Desde la llegada de
internet, la aparición de nuevos canales, y las redes sociales, la atención de
los más jóvenes se ha atomizado entre una oferta inabarcable. Zumeta
apostillaba algo acerca de esta nueva realidad, que ha modificado los hábitos
de la llamada Generación Z: “Son muchas cosas, Guillermo. Hay un tema de
hábitos. La Z es la generación impaciente, que lo quieren todo ya, la radio es
incompatible con ese hábito. La radio es sorpresa. Al encender el receptor o elegir
en el smartphone tu emisora preferida, no sabes qué te vas a encontrar. Por eso
hay una brecha generacional entre la gente joven, que mayoritariamente se
acerca más al pódcast, y la gente mayor que continúa absolutamente fiel a la
radio y es menos proclive a escuchar pódcast”, mantiene.
“No practiquemos el edadismo. Ahora mismo la generación boomer es la que alimenta principalmente las audiencias en la radio española, y tiene, tenemos, derecho a disfrutar de nuestra radio preferida. Dentro de quince o veinte años, los boomers seremos más mayores, pensionistas, y menos atractivos, comercialmente hablando, para las marcas, La radio será, por tanto, menos poderosa y tendrá menos oyentes y menos ingresos. Pero no se va a encontrar oyentes jóvenes en la FM. La DAB+ es un salto hacia adelante para generar nueva oferta, y nuevos públicos, más jóvenes, como están encontrando en países como Reino Unido, Bélgica o Alemania"
“El hábito es
costumbre, forma parte de nuestras rutinas diarias, y se tiene o no se tiene
-comentaba Gorka Zumeta-. Si no existe, es muy difícil que con 40, con 50 y
con 60 años, mucho menos, de repente se despierte, y decidas escuchar la radio
en directo”. Y Zumeta pone de ejemplo lo que se está haciendo en algunos
países europeos que, gracias a la DAB+, han podido crear nuevas emisoras
destinadas a los nuevos targets, fundamentalmente musicales y para jóvenes, que se
consumen de manera multicanal, en directo y en diferido, bajo demanda, a través
de la radio y de Youtube, por ejemplo. “Cada uno elige el canal en función de
sus posibilidades, si puede ver las imágenes o no, en cuyo caso elige el audio”,
subraya Zumeta la importancia de la duplicidad de canales, siempre y cuando
el cuore siga en la radio.
Derecho a nuestra radio
Zumeta reivindicó el
derecho de las actuales generaciones que escuchan la radio a seguir disfrutando
de sus programas de radio preferidos. “No practiquemos el edadismo”, pidió.
Y señaló otro dato: “Ahora mismo la generación boomer es la que alimenta principalmente
las audiencias en la radio española”. Dentro de quince o veinte años, los boomers
serán más mayores, pensionistas, y menos atractivos, comercialmente hablando,
para las marcas, comenta el editor de esta web. La radio será, por tanto, menos
poderosa: menos oyentes y menos ingresos.
Guillermo Vila plantea entonces cuál es la estrategia para ‘rejuvenecer’ la radio, y las audiencias. “Rejuvenecer la antena no es cambiar los indicativos, no es cambiar las voces, es mucho más que eso, pero sobre todo hacerlo de una forma muy muy gradual, muy despacio, que casi el oyente no se entere, pero que va ocurriendo y va calando. Es lo que yo llamo el ‘cambio tranquilo’”, señala Zumeta. Y la conversación cita algunos nombres de los últimos incorporados a la radio hablada, como Aimar Bretos (SER), Rafa Latorre (Onda Cero) o Jorge Bustos (COPE). “Pertenecen a una generación que ya no coincide con la mayoritaria que escucha la radio. Hay un salto generacional que se está librando muy bien porque la audiencia lo está agradeciendo. Lo importante es que sigues creyendo en esas nuevas voces, en ese nuevo foco puesto sobre la actualidad que te la cuenta un tipo más joven que tú. Sigues confiando en él”, concluye. Gorka Zumeta se muestra rotundo sobre la incorporación de nuevas voces a la radio convencional. "No tengo la menor duda de que representan el puente que necesita la radio para conectar generaciones”, afirma. “Los datos les acompañan, además. Son comunicadores creíbles, confiables y si algo tiene la radio, ¿cuál es su principal patrimonio? La credibilidad”, establece, concluyente.
El podcast atomiza las audiencias
No podía faltar en la conversación la realidad del pódcast. “El pódcast es pódcast”, señala Zumeta. “Está emparentado con la radio. Llámalo hijo, llámalo hermano, lo que quieras, pero forma parte de la familia del audio, y bebe de los mismos códigos que la radio”. Y para el editor de esta web, tiene un problema, una asignatura pendiente a la que, en algún momento, deberá dar una solución: las métricas. “No hay un modelo independiente, externo, como puede tener la radio, para medirlo de una manera confiable para las marcas. Mientras tanto, impera la desconfianza, o la fe”, mantiene. Pero reconoce que no tiene la trayectoria de la radio, que ha superado el siglo de vida, ni su poderío financiero como para crear una estructura tan cara como AIMC. Ahora, “no nos olvidemos de que, como defienden los marquetinianos, ‘no existe lo que no puede medirse’”, concluye.
Para Zumeta es
innegable que el pódcast crece de manera exponencial. “Hay muchísima oferta,
pero muy atomizada, frente a la radio que concentra a grandes audiencias. El pódcast
las disgrega, las separa. Es algo que, desde el punto de vista de la repercusión,
el pódcast pierde frente a la radio: los grandes impactos”. Pero resulta
indudable su crecimiento, una oferta cada vez mayor, aunque cada vez más
conservadora: se apuesta más por lo que funciona. 
En cuanto al video, o videopodcast, Zumeta lo entiende como una estrategia de visibilización. “Siempre defiendo que son bienvenidas todas aquellas estrategias que nos sirvan para visibilizar mejor nuestro pódcast. Si es el vídeo, estupendo. Si se llaman salidas para hacer pódcast en vivo, en shows con público, bienvenidas sean también”, defiende.
Relacionado:
-"Hoy
en el Pódcast", el metapódcast apasionado de Guillermo Vila (I)
-"Hoy en el Pódcast", el metapódcast apasionado de Guillermo Vila (y II)
 
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
