Avance: Concha García Campoy, señora del periodismo

- Concha García Campoy salió en defensa de un problema de acoso laboral que afectó a Ángeles Caso en la SER. Abrió la puerta del despacho del director general, pegó cuatro gritos, y lo zanjó
Merecía la pena releer con más detalle “La Gran ilusión”, la biografía de la periodista Concha García Campoy, escrita por Miguel Dalmau, y publicada por Plaza y Janés, en 2018. Un trabajo magnífico, de auténtico orfebre, que bucea en los hitos más sobresalientes de esta periodista vocacional catalana, de orígenes andaluces, que se crió en la isla de Ibiza. Como confiesa el propio Dalmau, si alguien luchó para que se publicara esta obra, imprescindible para entender de dónde surgía la fuerza y el tesón que impulsaron siempre la vida de García Campoy, ése es Andrés Vicente Gómez, el productor cinematográfico, su último marido.
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Concha García Campoy recogiendo el Premio Ondas de manos del presidente de Prisa, Jesús de Polanco, en 1989 (Fotografía Plaza & Janés, del libro referenciado) |
"Concha fue la primera en explorar a fondo las posibilidades del fin de semana” (Iñaki Gabilondo)
Este post se va a centrar en su aportación más destacada a la historia reciente de la radiodifusión: la puesta de largo de la radio de fin de semana, con “A Vivir que son dos días”, en la Cadena SER. Miguel Dalmau subraya que no fue una invención absoluta. Antes del nacimiento de “A Vivir”, ya había habido una incursión finisemanal protagonizada por otro de los grandes nombres de la radio española: Manolo Ferreras. Se tituló “En días como éste”, y ya estaba involucrado en él el también periodista Javier Rioyo, quien sería el lugarteniente de Concha García Campoy en el nuevo espacio en la Cadena SER. El competidor de la periodista ibicenca en RNE fue Ricardo Fernández Deu, con su programa “Aquí te espero”. En definitiva, el fin de semana no era un páramo, ni Concha descubrió la pólvora, pero sí fue más lejos que todos ellos, como le sugiere Iñaki Gabilondo al autor del libro: “Yo no veo contradicción alguna. Estos programas recogían un espíritu de innovación que estaba en el aire. Lo que ocurre es que la SER era más avanzada que RNE, y el programa de Concha llegó más lejos (…) Concha fue la primera en explorar a fondo las posibilidades del fin de semana”.