Cómo convertirte en un buen conductor de programas de radio antes o después
https://www.gorkazumeta.com/2018/01/como-convertirte-en-un-buen-conductor.html
Por Chelo Sánchez Serrano, profesora de la Facultad de Comunicación de la Pontificia de Salamanca
Ingredientes y cualidades
Ingredientes y cualidades
Medium.com, Chelo Sánchez Serrano, Pontificia de Salamanca. UPSA. Cerramos una semana radiofónica marcada por la renovación
de Carlos Herrera con la Cadena COPE y por el estreno del
programa de Jaime Cantizano los fines de semana de Onda Cero y
me paro a reflexionar sobre las cualidades que debe atesorar un comunicador, no
solo para alcanzar el éxito en la radio, como para hacerse e incluso, si la
ocasión lo requiere, llenar un hueco. Lo hago a partir de una idea que me
transmitía un directivo no hace mucho tiempo: “nos resulta más fácil reemplazar
presentadores en televisión que en radio”. Y desde luego, si nos remitimos a
algunas situaciones recientes, así parece.
La profesora Sánchez Serrano recuerda la figura de Iñaki Gabilondo, y su aportación incuestionable a la radio |
Todavía recuerdo, como si fuera ayer, el día que supimos
que Iñaki Gabilondo dejaba la SER y el “Hoy por Hoy” después
de casi 20 años… ¡Parecía imposible que a Gabilondo le pudiera sustituir
alguien! Pero pasó: primero fue Francino, luego Pepa Bueno y Gemma Nierga,
ahora Pepa con Toni Garrido. Un Gabilondo, siempre elegante para estas
cuestiones, reconocía el día de su despedida, que había visto marcharse a mucha
gente antes que él, “incluso he visto irse a Di Stefano del Real Madrid, y no
pasa nada”. “Y si pasa algo –añadía- está la SER”. Algunos seguimos echándole
de menos…
Es cierto, parafraseando el título de su programa de televisión, que
“cuando ya no estés”, alguien vendrá que bueno (o malo) te hará, pero a veces
para las empresas lo verdaderamente difícil es llegar a identificarlo, porque
en la radio las carreras profesionales, generalmente, son carreras de fondo,
más lentas: como la radio. Querer buscar un sustituto, alguien con las mismas
cualidades es un error: probablemente incluso ni existe, y además es poco
competitivo. La realidad es que estos cambios en los titulares de las marcas
radiofónicas se hacen fundamentalmente a partir de tres estrategias: fichar
a alguien de la competencia; llevarse a alguien de la tele o tirar de cantera.
Otro de los grandes comunicadores/presentadores de la radio española, aún en activo, Carlos Herrera, que acaba de renovar tres años más con Cope |
En los últimos años la apuesta por la radio que se ve o que
se complementa con contenidos y plataformas visuales hace que las empresas
miren, en mi opinión más de lo debido, a la televisión como referencia para sus
nuevos fichajes: error de base, si no fuera porque, en muchos de los casos,
esos rostros televisivos de hoy tuvieron en la radio su escuela profesional y…
“quien tuvo, retuvo”. Pero tener popularidad en televisión no te garantiza ser
capaz de hacerte con un programa de radio de 6 horas, por ejemplo, ni saber
tocar todos los palos de la información, el entretenimiento y la compañía,
esenciales (y casi siempre unidos) en cualquier programa de una radio convencional,
ni que te quieran y te crean los oyentes de radio que, si bien te dejan entrar
en su casa sin llamar, te miran con lupa antes de sentarte a la mesa de su
familia.
Según le contaba Luis Muiño a Gorka Zumeta, cada oyente “siente” de una forma diferente a un determinadolocutor. De ahí que, según este experto, la radio sea el medio en el que más
filias y fobias se despiertan hacia la misma persona: a los profesionales de la
radio les percibimos de forma completamente antagónica. El mismo que para
ciertos oyentes es cálido y cercano para otros resulta manipulador y
prepotente.
Otro de los históricos, ya jubilado, Luis del Olmo, en una imagen lograda en uno de sus dos Museos de la Radio, el de Tarragona (Imagen, captura programa 'Imprescindibles', de TVE) |
¿Cómo hacerse entonces un hueco en el panorama de las
estrellas de la radio, en el caso de que la estrella radiofónica, tal y como se
concebía en el siglo pasado, no sea ya una especie en extinción? ¿Qué
cualidades tiene que tener un buen conductor de programas de radio en estos
tiempos de transición y a veces de indefinición? Pues, además de las que suelen
apuntarse como características necesarias para un buen presentador y que
podemos encontrar en listas y recomendaciones varias, recuérdese: voz,
entusiasmo, personalidad, profesionalidad, credibilidad, flexibilidad,
naturalidad, experiencia, control y autocontrol, versatilidad, honestidad, ser
uno mismo, sentido del humor, capacidad de liderazgo… Añado algunos
ingredientes probados y eficaces que, mezclados en proporciones distintas, han
hecho y hacen que muchas de las grandes voces de la radio de los últimos
tiempos cosechen afectos y, sobre todo, nos den confianza y nos produzcan
emociones. El ADN de la radio.
La desaparecida Concha García Campoy, una de las grandes voces femeninas de la radio española |
Receta ideal de conductora/conductor de un programa de
radio
Ingrediente 1= fondo
Pensar distinto+ Capacidad creativa+ cultura y dominio de la
actualidad+ capacidad de observación+ curiosidad infinita+ habilidades de comunicación
e interacción con los oyentes+ saber escuchar (ser escuchante)+ celo
profesional+ coherencia+ capacidad para soprender+ carisma
Chelo Sánchez Serrano, la autora de esta reflexión |
Ingrediente 2= forma
Buena voz y dicción clara+ capacidad divulgativa+ dominio
del lenguaje radiofónico (conlleva entender que en el “pentagrama” de la radio
la palabra no es la nota única, ni siempre la mejor)+ estilo narrativo propio+
naturalidad (“no ser pomposo ni demasiado trascendente”, Ortega dixit)+
hablarle a alguien (proximidad psicológica)+ cuidar y respetar la antena
Ingrediente 3= Tener la radio en la cabeza
Conocer la radio por dentro con sus debilidades, fortalezas, con sus
necesidades.
Ingrediente 4= Respetar al oyente como a ti mismo,
incluso más
Ingrediente 5= Disfrutar con lo que uno hace,
incluso
hasta tener la sensación de que “no da la vida” para hacer tantas cosas como
pasan por la cabeza de uno: todo por la radio.
Ingrediente 6= Amar la radio por encima de (casi) todas
las cosas.
Sin complejos de hermana pobre ni de segunda división. La radio
es ese lugar al que muchos están deseando volver y del que muchos nunca
querrían irse: por algo será.