“Los programas de la radio escolar no son importantes”
- Casi 300 profesores atendieron mi presentación en el Congreso Nacional de Radio Escolar celebrado en Cuenca durante los pasados días 26 y 27 de septiembre, que titulé “Educación y Comunicación”, y en la que intenté realizar un paralelismo entre los procesos de producción seguidos en el mundo de la radio profesional y su adaptación al ámbito escolar y educativo
Intervención del editor de esta web, Gorka Zumeta, en el congreso (Fotografía INTEF) |
La radio escolar debería resultar estratégica para la industria del sector, por cuanto en ella se juega la sostenibilidad del medio a futuro, porque fomenta el hábito de escucha y consumo de la radio y los pódcast (el audio en general) y, por si fuera poco, despierta vocaciones por la radio y el audio en un momento especialmente complejo en que los jóvenes viven desorientados y carecen de los resortes y la madurez necesaria para elegir bien su profesión
Entre estos, enumeré la magia, la información, la
imaginación, la compañía, el aprendizaje y, cómo no, la comunicación. Y me
pregunté, ante los profesores, cuáles serían los conceptos paralelos aplicados
a la radio escolar. Con qué otros conceptos se corresponden. Y lo vi claro. La ‘magia’
es consustancial a la ‘infancia’, a los más pequeños, a aquellos que les fascina
lo incomprensible y la sorpresa. La ‘información’ se corresponde en los centros
de enseñanza con el ‘conocimiento del entorno’, algo en los que los profesores
hacen hincapié a través de otros canales y que la radio lo hace de una manera
mucho más natural. La ‘imaginación’ la relacioné directamente con el concepto
de ‘creatividad’, que hay que desarrollar en los centros, y potenciar. La ‘compañía’
está directamente relacionada con otro concepto fundamental en los centros de
formación, la ‘socialización’. El ‘aprendizaje’
deriva en educación, muy ajustado y oportuno en la radio educativa y, por fin,
la ‘comunicación’ es un concepto único, trasladable tal cual.
A partir de esta introducción, inicié un viaje con los
profesores y profesoras en el que les llevé a la redacción de la Cadena SER, en
la que permanecí casi un cuarto de siglo de mi vida profesional, con la
intención de que vieran qué tipo de trabajo se hace en ella y cómo puede
trasladarse fácilmente al ámbito de la radio educativa. En realidad, el proceso
que se sigue es el mismo: partiendo de una idea, hay que documentarla,
trabajarla, recogerla en una pauta, plasmarla más extensamente en un guion, que
constituye en la escuela el soporte ideal para comprobar el trabajo realizado
por los alumnos, y, por fin, grabar el programa.
En este punto reside la diferenciación principal entre la radio profesional y la radio educativa: en el ámbito profesional la antena (la emisión) es lo más importante. ¿Qué decimos, cómo y en qué momento? Para los directores de emisoras y de contenidos, ese momento de la escucha en directo, o en diferido, constituye el último paso de todo el proceso. La radio escolar, al contrario, que lucha por involucrar a los alumnos en su propia formación a través de una metodología más lúdica y participativa, no se detiene en valorar el programa final como en el elemento de mayor importancia y trascendencia, sino que aprecia mucho más todo el proceso que ha seguido el alumno para llegar a ese programa final: el despertar de la idea, la documentación exigida para poner en marcha el proyecto, la elaboración de la pauta y el guion, el trabajo en equipo, los debates internos en torno a los temas y su priorización por el interés que generan entre los oyentes, supuestamente... En definitiva, el aprendizaje acumulado en todo este proceso. Por eso, lo importante, sin duda, en la radio educativa, es el proceso.
Un momento de la presentación de Gorka Zumeta en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla La Mancha (Fotografía X) |
Si la radio escolar existe y se obtienen grandes resultados, es gracias a los profesores y profesoras que la impulsan y la defienden. Ellos son sus verdaderos inspiradores y ellos son los primeros que observan sus beneficios, hasta aspectos realmente sorprendentes como por ejemplo con niños con diferentes problemas sensoriales o cognitivos que son apocados y retraídos en clase y sin embargo, se transfiguran ante un micrófono, y se revelan como seres diferentes, llenos de luces y brillo. Está demostrado que situarse delante de un micrófono cambia las reglas del juego y nos obliga a salirnos de nuestra zona de confort, hasta llegar a redescubrirnos como personas
Pero además de todos estos beneficios directos, la utilización
de la radio como herramienta pedagógica en las aulas logra otros objetivos,
relacionadas más con las competencias, como pensar en ideas, contenidos
(proactividad), desarrollar la toma de decisiones conjunta o por roles
(alternancia), trabajar la documentación (estudio lúdico), contactar con
posibles invitados (Relaciones Públicas), identificar los diferentes elementos
del lenguaje radiofónico, conectar y manipular los elementos tecnológicos, diferenciar
los diferentes géneros radiofónicos, redactar guiones radiofónicos, con
puntuación, léxico y estructuras gramaticales adecuadas y escribir para ser
escuchado, no para ser leído.
Por si fueran pocos los beneficios derivados de acercar la
radio a los centros de enseñanza, apunté dos más, de especial interés para el
sector de la radio profesional: fomenta el hábito de escucha y consumo de la
radio, los pódcast (audio) y despierta vocaciones por la radio y el audio. El
primero, estratégico para renovar generacionalmente las audiencias de la radio
en España, seriamente amenazadas por el desinterés de los jóvenes en la escucha
lineal (directo) y el segundo la necesidad de que el medio cuente con futuros profesionales
que continúen la labor de los actuales periodistas que trabajan en el medio.
Apuntaba, además, que ambos beneficios deberían resultar estratégicos para la
propia industria radiofónica española, por cuanto se refieren al sostenimiento
de su propio futuro: audiencia y profesionales, ambos amenazados por la
realidad tozuda que nos rodea, y se impone.
¿Qué otra manera más lúdica puede lograr, por ejemplo, que
los alumnos mejoren su capacidad de improvisar sobre un tema (los tan temidos
exámenes orales), o su nivel de lectura (tan comprometido), o la dicción
(cuando no vocalizan casi, y hablan muy rápido), por no hablar del trabajo bajo
presión (el cierre de un programa, supuestamente en directo) o el
aprovechamiento de la música y su adecuación a los contenidos (que va mucho más
allá de su simple escucha y disfrute), por citar solo unos pocos ejemplos?
Sin duda, todo este proceso es vivido por los alumnos como un juego. A menudo, en las encuestas que se realizan en los centros en torno al trabajo en la radio escolar, los alumnos responden reconociendo que aprenden sin darse cuenta. Y este es el mayor logro, porque la radio les devuelve la metodología lúdica de aprendizaje que el sistema educativo les roba cuando llegan a cursos más avanzados en donde el juego se sustituye radicalmente por el estudio, y los codos, no sin generar procesos de adaptación realmente complicados en muchos casos y hasta frustrantes.
Por último, señalé, y me felicité, que, si la radio escolar existe y se obtienen grandes resultados, es gracias a los profesores y profesoras que la impulsan y la defienden. Ellos son sus verdaderos inspiradores y ellos son los primeros que observan sus beneficios, hasta aspectos realmente sorprendentes como por ejemplo con niños con diferentes problemas sensoriales o cognitivos que son apocados y retraídos en clase y sin embargo, se transfiguran ante un micrófono, y se revelan como seres diferentes, llenos de luz y brillo. Está demostrado que situarse delante de un micrófono
cambia las reglas del juego y nos obliga a salirnos de nuestra zona de confort,
hasta llegar a redescubrirnos como personas.
Ahora, gracias al Ministerio de Educación, Formación
Profesional y Deportes y, sobre todo, al organismo dependiente de esta
institución del gobierno, que se ocupa específicamente, de la formación del
profesorado, el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de formación del
profesorado (INTEF) puedo compartir el material de mi presentación en aquel
foro conquense y, con él, ayudar a aquellos profesores que necesiten alguna
orientación en torno a cómo enfocar la llegada de la radio a sus centros escolares.
Ojalá resulte lo suficientemente convincente como para lograr que el número de
colegios con radio en España siga creciendo y la radio encuentre y consolide
esta su segunda vida con los más jóvenes.
-Aquí
dispones de mi presentación
-Aquí
puedes ver mi intervención en video
Relacionado:
-Pilar Alegría: "Gracias a los profesores por su implicación"Sobre el I Congreso Nacional de Radio Escolar (2022)
-Recupera el I Congreso Nacional de Radio Escolar
-Guillermo Fernández Vara: "La radio enseña a nuestros niños a pensar, ¿hay algo más importante?"
-Los profesores conceden su más alta valoración al I Congreso Nacional de Radio Escolar