Carlos Alsina: "Cambié la prensa por la radio y desde entonces no he parado de escribir"

- "Responsabilidad, honestidad y rigor", estas tres cualidades, muy apreciadas en un periodista, fueron destacadas por el Rey Felipe VI en su intervención, y atribuidas al director del programa "Más de Uno", en Onda Cero. De Alsina, que descartó la carrera judicial para dedicarse a su vocación, le alabó su "voz, criterio y sentido", con los que, en su programa matinal, "con fina ironía" y "destreza inconfundible", informa, opina y analiza la actualidad de España y del resto del mundo
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Carlos Alsina durante su intervención (Captura video Premios Cavia 2025, ABC.es) |
"He aprendido que el punto de partida siempre es una pregunta y que escuchar la respuesta a esa pregunta es lo que te permite recorrer el camino que te lleva a otras repreguntas. He aprendido, creo que he aprendido, a distinguir los hechos de los relatos, a distinguir los principios de los cambios de opinión, la honradez de la impostura, la crítica del linchamiento y el humor o la broma del escarnio. Que diréis... pues ¿quién lo diría? He aprendido el valor del silencio en la radio. Al final la radio es una partitura que se compone de palabra, sonidos y silencios, porque muy a menudo el periodismo en la radio solo consiste en dejar que suene lo que está sucediendo"
La sección se llamaba 'Sociedad, Reportajes y Ecología', pero no cabía ninguna de las tres cosas, como
podéis imaginar, de manera que nuestro jefe, que estaba malhumorado, pues nos
mantenía ocupados llamando a fuentes, haciendo entrevistas, preparando reportajes
en profundidad de dos párrafos, dándole mil vueltas al título de la única
crónica que íbamos a poder publicar o haciendo breves. Yo aquí aprendí que hay
77 formas distintas de redactar un breve de línea y media y ninguna asegura que
se vaya a publicar.
Su celo profesional,
en todo caso, pues, era encomiable. Cuando los redactores, a última hora de la
tarde, primera de la noche, nos íbamos a nuestras casas, él permanecía aquí.
Dejaba pasar un rato. Descolgaba el teléfono. No había móviles todavía, y entonces
nos iba llamando uno a uno a nuestros domicilios para seguir conversando sobre
lo que habíamos hecho durante el día y los planes del día siguiente, o sea, era
entrar a casa y estaba sonando el teléfono. No era cómodo. Como ya ha
prescrito, puedo confesar que alguna vez fingí que yo era otra persona para que
él colgara.
Yo agravaba la voz y
fingía ser mi hermano o un vecino y decía: «No, Carlos todavía no ha llegado,
ya le dejo recado». Una noche me descuidé y cuando dijo «con quién hablo» le
dije: «Soy mi padre». Otra lección que aprendí: «No falsees tu voz». Porque somos
la voz que tenemos y las cosas que contamos. Y eso es precisamente lo que nos
hace útiles, tener una voz propia y no emular las voces de los demás.
A este jefe de sección
es a quien yo tuve que comunicarle que dejaba el periódico. Le dije que me ha
salido un trabajo y él dijo: «A ti te va a salir un trabajo». Le dije «sí»,
además es que es en la radio, que es el medio que a mí más me gusta. Y fue a escuchar
la palabra radio y se encolerizó, se quitó las gafas, se restregó así los ojos
y miope perdido como era, me dijo: «Pero tú eres tonto. Cómo vas a cambiar el
periódico por la radio. La radio es de charlatanes. La radio es de feriantes»,
me dijo. Pensaba que cometía un gran error. Me dijo: «El periodismo se hace en
el periódico».
Y yo pensé: «Serán los
de nacional que tienen 50 páginas diarias, pero nosotros...» Total, que yo
perseveré en mi decisión, seguí recogiendo mis cosas y entonces él me dijo: «Y
además, no te das cuenta de que si te vas a la radio, nunca te darán el Luca de
Tena». Y ahí flaqueé.
Qué estudiante en
prácticas no ha soñado con verse de smoking en una velada como esta, recibiendo
un premio a su trayectoria. Pero me repuse, arriesgué, cambié el periódico, o
sea, la prensa escrita por la radio. Desde entonces no he parado de escribir. Porque
en la radio es verdad que somos charlatanes, nos encanta charlar, pero también
escribimos una barbaridad.
Fotografía oficial de los premiados, la dirección del ABC y los Reyes de España (Fotografía ABC.es)
La radio también es texto. Y todo lo demás que he aprendido en este oficio, pues lo he aprendido haciendo programas de radio todos los días. He aprendido que la palabra hablada es tan noble como la palabra escrita, a la que siempre precede y siempre sucede.
"La radio también es texto. Y todo lo demás que he aprendido en este oficio, pues lo he aprendido haciendo programas de radio todos los días. He aprendido que la palabra hablada es tan noble como la palabra escrita, a la que siempre precede y siempre sucede"
He aprendido que el
punto de partida siempre es una pregunta y que escuchar la respuesta a esa
pregunta es lo que te permite recorrer el camino que te lleva a otras
repreguntas. He aprendido, creo que he aprendido, a distinguir los hechos de
los relatos, a distinguir los principios de los cambios de opinión, la honradez
de la impostura, la crítica del linchamiento y el humor o la broma del
escarnio. He aprendido a conocer nuestra historia y a cultivar la memoria y he
aprendido a callarme. Que diréis... pues ¿quién lo diría? He aprendido el valor
del silencio en la radio. Al final la radio es una partitura que se compone de
palabra, sonidos y silencios, porque muy a menudo el periodismo en la radio
solo consiste en dejar que suene lo que está sucediendo.
No tuve nada que
explicar a los oyentes la mañana del primero de noviembre en Valencia para que
ellos sintieran, como todos los que estábamos allí, el alivio al escuchar el
motor del primer camión que traía maquinaria pesada abriéndose camino entre el
barro en la avenida que une Benetúser y Alfafar.
Y nada hizo falta que
dijera yo cuando una vecina de Paiporta, renacida, nos contó cómo había sido
rescatada por sus vecinos de arriba, que habían abierto a golpes un agujero en
el tabique de la escalera para que el chaval pudiera meterse por el agujero y
tirar de ella, que estaba flotando en el agua. Ella inconsciente, fruto de la
hipotermia, y ellos temerosos de que se les muriera en el rellano. Porque a
menudo en la radio, Txema, el sonido es lo más parecido que tenemos a una
fotografía. Está todo ahí.
Copiando lo que
escribió Antonio Machado sobre la Real Academia, Santiago, digo que de la radio
tengo tan alta idea por lo que ha sido, por lo que es y por lo que puede ser.
Cuando Julián me
comunicó que me habían concedido este premio, me dijo: «Creo que es la primera
vez que se le concede a alguien que sólo hace programas de radio». Y así es,
así que entenderéis lo que para mí significaba recibir este premio y en esta
casa.Alsina durante su discurso (Captura video Premios Cavia 2025, ABC.es)
Gracias director,
gracias miembros del jurado por haberos fijado en la radio. Y sobre todo
gracias por haberme librado de este peso con el que he cargado en soledad los
últimos 35 años con esa duda que me reconcomía.
La duda era: y si
quizá malogré una prometedora carrera periodística al dejar el ABC y casarme
con el micrófono...
-Este discurso ha sido publicado por el diario ABC
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