https://www.gorkazumeta.com/2019/01/la-radio-en-espana-en-2018-por-chelo-s.html
La profesora de radio de la Universidad Pontificia de Salamanca reflexiona en un artículo en Medium.com
Más ficción, más humor, ¿más política?, reencuentros en la noche y brindemos por el guionista
Medium.com, Chelo Sánchez Serrano, UPSA.
“Mis
hijos y yo escuchamos cada fin de semana el A Vivir acurrucados
en la cama, pero si nos invitas a veros en directo nos vamos a levantar.
Además, quiero que escuchen otra música que no sea la de Operación Triunfo”,
le aseguraba una oyente a Javier del Pino durante la emisión en directo
del programa desde el Círculo de Bellas Artes. Y es que, aunque parezca una
idea muy romántica para estos tiempos tan pragmáticos, la radio -ese medio que
no se ve ni se toca ni se huele ni se degusta, que solo se oye o se escucha-
sigue “moviendo montañas” cada vez
que hace que la vida y las vidas suenen a través de ella.
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Javier del Pino, director de 'A Vivir que son dos días", junto al pianista James Rhodes, y una joven intérprete al piano, en directo cara al público, desde el Círculo de Bellas Artes de Madrid |
"La radio no solo ha hablado de política en este 2018, también ha hecho política, ejerciendo como un actor político más, aportando información, dando voz y favoreciendo el diálogo, provocando espacios de reflexión y editorializando y posicionándose por encima del sentido común"
Según
el Eurobarómetro de febrero de 2018, la radio era el medio en el que más
españoles confiaban, con un porcentaje del 74 por ciento de los encuestados
y muy por delante de los diarios (65 por ciento), televisiones (57 por ciento),
diarios digitales (47 por ciento) y redes sociales 27 por ciento). Una idea que
se confirma en otros estudios como el informe Trust in Media, 2018, elaborado
por la unidad de investigación de medios de la Unión Europea de Radiodifusión, según el cual la radio es el que
más confianza suscita y, así, el 52 por ciento de los españoles aseguran
confiar mucho o bastante en ella.
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Informe Anual de la Profesión periodística de la APM, que puede consultarse aquí |
La radio, a las puertas de 2019, sigue siendo un canal de
información, entretenimiento y compañía gratuito, además de un soporte
publicitario directo y atractivo, un canal al cual hoy puede accederse por los
aparatos tradicionales, vía ondas o, gracias a la mediación de internet, en el
ordenador, el móvil, la tableta o en la TDT. La radio va en muchas direcciones, escribía Chusé Fernández en Innovación Audiovisual a principios de 2018, todas
ellas apoyadas en las nuevas tecnologías, pero todas también complementarias,
confluyentes. Lo
representaba magistralmente Juan Carlos
Ortega, en la Gala de entrega de los Premios
Ondas 2018, cuando una Alexa conciliadora le aseguraba a la radio que ambas
podían convivir en este nuevo ecosistema.
6 claves para seguir en 2019
"Brindemos por el guionista en la radio, esa figura tan mitificada y valorada en otras industrias como el cine, la televisión o los videojuegos, pero apenas señalada y reconocible en la radio, salvo contadas excepciones"
Este 2018 ha sido el año en el que, a pesar de la
efervescencia política, o incluso igual casi por culpa de ella, la denominada
radio informativa, que creció al calor de la democracia recién estrenada y que
ha definido nuestra radio en los últimos 40 años, le ha abierto hueco a la
ficción sonora, una de las tendencias de producción y programación que se han
asentado en este año a punto de finalizar. A la apuesta encomiable desde hace
años, pero siempre minoritaria, de la radio pública por la ficción sonora, se
habían ido uniendo algunas producciones puntuales (siempre en épocas señaladas,
como la Navidad, o los radioteatros de Juan
Cavestany en los primeros años del A
vivir, ya en la época de Javier del Pino) y se suma ahora la apuesta firme
de Onda Cero, bajo el liderazgo de Carlos
Alsina, por la ficción como un componente más de la oferta programática de
la radio de mañana, “la niña bonita”
de la radio convencional española, y como un recurso que poner a disposición de
los oyentes bajo demanda, difundir en redes sociales y otras plataformas de
audio o poder exhibir como marca sonora, más allá de “la radio de las
estrellas”. “Los usos de la radio están
cambiando y también se da una regeneración en el propio formato de la ficción
radiofónica”, reconocía Mona León
Siminiani en un artículo en El País titulado, precisamente, “El
renacer del radioteatro”. Mona León lo sabe bien porque se dedica a
demostrar con una solvencia extraordinaria que la ficción sonora ha llegado
para enriquecer “la otra antena” de
Prisa Radio, la de Podium Podcast.
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Juan Carlos Ortega presentando la pasada Gala de los Premios Ondas 2018 |
Otra de las estrategias que se ha consolidado en este 2018
es la de la desprogramación y el nuevo empaquetado de esa radio río, tan
característica de la radio generalista española. Los grandes programas se
trocean y se colocan en la nueva “parrilla
de programación” de la web, se comparten en las redes sociales, se envían
por whatsapp o vía suscripción. Las secciones, entrevistas, reportajes, los
montajes sonoros adquieren así una vida propia, incluso más allá de sus
estructuras originales.
Este 2018 la radio en España ha perdido ligeramente audiencia, según el Estudio General de Medios. No es nuevo, si bien también es cierto que tiene más oyentes que entre 2004 y 2010. Ha perdido la llamada radio tradicional y el consumo de radio tal y como lo mide el EGM, mientras la radio online crece un 21%
Además, la producción de podcast nativos digitales está
sirviendo tímidamente a las emisoras de laboratorio de producción. Y está
demostrado que “sí ayuda a posicionar las
respectivas marcas en el entorno online al atraer al usuario a sus repositorios
digitales”, aunque prioriza aún la cantidad sobre la calidad, pues ni los
contenidos ni los tratamientos narrativos suponen una aportación relevante o
alternativa frente a la programación convencional, como afirma un reciente
estudio publicado por Pérez-Alaejos,
Pedrero y Leoz.
La radio no solo ha hablado de política en este 2018, un
tema recurrente y con mucha capacidad de concitar la atención de la agenda
mediática, también ha hecho política, ejerciendo como un actor político más,
aportando información, dando voz y favoreciendo el diálogo, provocando espacios
de reflexión y, en ocasiones, editorializando y posicionándose por encima del
sentido común, haciendo más causa particular que atendiendo a la causa (=razón)
del periodismo. Además, el cansancio de los oyentes por los temas que se acaban
convirtiendo en rutina y muchas veces en información previsible, de carril
(como, por ejemplo, el procés o las
guerras internas de los partidos) y la repetición de estos temas en los
diferentes programas radiofónicos (mañana, tarde, noche, fines de semana)
genera un efecto rebote en la audiencia que expresa su rechazo hacia esos
contenidos.
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La profesora Chelo S. Serrano, de la UPSA |
¡Feliz año 2019! Escuchen la radio, por si acaso.